Lo que no fue, no fue.

  

Lo que no fue, no fue. Déjalo pasar. 

Esto suena bien y hasta parece simple de comprender y llevar a cabo; pero la verdad es que no siempre es así.

 


Existe una línea muy delgada entre desistir de aquello que no es para nosotros e insistir en la lucha para conseguirlo, ya que la vida nos dará señales (que pueda que no comprendamos a las primeras) acerca de  todas aquellas cosas que no podemos cambiar, como los sentimientos de otras personas, comportamientos colectivos, reglas y fluctuaciones de la economía, e incluso temas de salud y vida.

 

Consideramos fuertes y sabios a aquellos que tratan de conseguir algo hasta agotar todos los recursos.

 

Hay una frase que me digo con frecuencia: !Yo haré lo posible aquí en la tierra y allá arriba, Dios y el universo, harán lo imposible!

 


Visto así, y puesto todo el empeño, si algo no se da, no se da; entonces de manera más sencilla entendemos: No era para mí, no era el momento, no estoy preparado (a) y/o no me conviene.

 

Pero ¿Cómo saber cuándo dejar y detenerse, o seguir intentando?

Creo que esas decisiones (ambas) forman parte de aquello que llamamos sabiduría y lejos de lo que podría pensarse, no tiene nada que ver con resignación.

 

No nos "resignamos" a perder cuando ya todo está perdido, cuando has jugado tus mejores cartas y agotado todos tus recursos. Ya que esa causa no existe. La primera entrada o artículo de este Blog Junio 2021 (Aquí) hablaba justamente de que nunca perdemos, pues todo intento siempre deja vivencias y experiencias.

 


Lo que si resulta importante, es que no te resignes a perder cuando aún no lo has dado todo, ni has entregado lo mejor de ti,

 

Seguramente recuerdes alguna vez que creíste todo perdido y estuviste a punto de rendirte y sacando fuerza de tu alma diste tu mejor esfuerzo, tu último respiro, y alcanzaste aquella meta que parecía inalcanzable ¿lo recuerdas? Seguro que sí.

 


Será aprendiendo de esos aparentes fracasos, y conociendo el rango de tus debilidades y fortalezas, donde encontrarás a ese sabio que te sabrá decir (y decidir) cuándo parar y cuándo insistir.





Comentarios

Entradas más populares de este blog

Motivación Inversa

¡Un día de estos!