Menos Ruido, más Paz



Constantemente y cada vez con más intensidad, estamos recibiendo una infinita cantidad de información en nuestra mente. Nos llega de todos lados y a través de todos los canales que hemos ido incorporando a nuestras vidas. 


Entre esa información encontraremos: Cosas que necesitamos, cosas que creemos que necesitamos, problemas reales que percibimos, problemas que presumimos, ideas y enfoques que llegan a nuestra mente y que pensamos desarrollar (luego), negocios y oportunidades, deberes y tareas pendientes, noticias y sucesos del momento... y un larguísimo etc.


¿No debemos pensar?... pues por supuesto que sí, pero en medio de nuestros pensamientos, realidades y verdades siempre abundarán mentiras, cosas que seguramente nunca ocurran y cosas realmente efímeras que forman parte de nuestra imaginación y vagos recuerdos.


Con todo esto, puede resultar difícil encontrar un poco de claridad y coherencia de pensamientos en medio de tanto ruido, así que luego, casi sin notarlo, vivimos cómo si estuviéramos en una carrera, bien sea por alcanzar nuestras expectativas, o para que sean los problemas los que no nos den alcance a nosotros.


Generalmente no damos mayor importancia a esta manera de "pensar, entretenernos y dejar transcurrir los días, pero la realidad es que además de tiempo, poco a poco vamos perdiendo el foco de lo que realmente queremos, lo que necesitamos, aquello que verdaderamente forma parte de nuestro interés y propósitos; lo que somos


A muchos ocurre que, una madrugada cualquiera, despierta sin poder volver a conciliar el sueño. En nuestros tiempos actuales también es común optar por hacerse del móvil (grave error) logrando únicamente saturarse, con más data adicional.


Si respetaras un poco esa "oportunidad", verías, como por arte de magia, que estando todo en silencio, ese otro ruido también se apaga y puedes conseguirte contigo mismo y percatarte de muchas cosas que siempre han estado allí, pero que no veías por tanto ruido, es eso que conoces como Paz Mental, instante de plenitud y relajación que puede traer a nuestra alma y a nuestra mente las cosas más importantes y necesarias para este momento de nuestra vida.


Estos instantes suelen ser oportunidad para traer nuevas ideas, posibles soluciones, recuerdos y mucho más allá de esto, que ya es importante, implica la oportunidad de coincidir con nosotros mismos, al menos un rato, luego de tantas horas extraviados, perdidos entre murmullos, voces, y ecos ajenos. Entendamos que mucha de esa bulla no nos corresponde, siendo por ello que debemos buscar silenciarla


Encontremos nuestro momento y lugar. Nuestra propia cita con esa paz que trae el silencio. 


No se trata de un cambio radical que nos transforme a meditar como monjes tibetanos, o hacernos lejanos ermitaños que no hablen con nadie. Tampoco es imprescindible cerrar los ojos ni adoptar extrañas posturas para alcanzar la paz. 


Esto se logrará de manera diferente en cada uno de nosotros: 

- Identifica eso que tanto disfrutas hacer. 

- Reconoce con quién te sientes a gusto.

- Utiliza el ambiente que te rodea; busca y mejora tu espacio.

  - Propicia sucesos que consideres agradables.

- Bájale volumen a la sobre-información, aléjate de malas noticias que generen energías negativas.



Descubre, reconoce y abrázate a tu propia felicidad
, esa que no depende de nada ni nadie. Logra que no perturben tu silencio. Porque al final del día sólo te tienes a ti mismo, e indiferentemente de que haya quienes te rodeen (o no), debes saber encontrarte a ti mismo antes de encontrar paz con los demás.


youtandoit


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