Motivación Inversa



Te preguntarás ¿Qué es eso de la motivación inversa? Yo la defino como aquella razón o causa por la cual no logras alcanzar, superar, intentar realizar tus metas. Esto es muchas veces más fuerte que una razón o motivo por el cual te sientes capaz de lograrlo.

 

Tomemos un ejemplo: "Quiero terminar mis estudios porque quiero ser un profesional", esa es tu motivación positiva; pero también está la motivación inversa y a la que, en muchos casos, le terminamos dando más fuerza e importancia, esos muchos "pero" que solemos intercalar en cada propósito: Podría terminar mis estudios, pero estoy muy viejo; pero la universidad me queda muy lejos; pero no tengo carro etc.

 


Entonces vemos que damos más importancia y fuerza a aquello que interfiere de manera negativa que a la ilusión que puede representar alcanzar nuestras metas.

 

¿Qué  es realmente lo que en el fondo queremos? Nosotros mismos, tal vez sin notarlo, con nuestra actitud nos saboteamos cualquier plan que nos acerque a nuestro objetivo, y conseguimos muchas razones para no alcanzarlos, todas excusas. Y estas parecen pesar más que el mismo sueño o meta y los motivos para esforzarnos a alcanzarla.

 

Siempre que miremos hacia adelante, de manera razonable, conseguiremos una buena solución para vencer a esta excusa. Está excusa que nos presentamos a nosotros mismos para engañarnos y no sentirnos culpables. Pero que repetidas a lo largo de nuestra vida y nuestras facetas, terminan siendo aquella motivación inversa que nos aleja de la celebración por el triunfo alcanzado.

 


Detrás de cada pequeña y gran victoria, hay un vencedor de obstáculos, de excusas, miedos y motivaciones inversas... y estas también pueden ser grandes, pero generalmente no pasan de una idea en nuestra mente.

 

En mi artículo de marzo de 2022 "De Espalda a la crisis" >>> (Aquí) ya hablaba de estas motivaciones inversas (opuestas). Comentaba que también podían ser enfocadas o convertidas, en motivadores positivos, una manera de transformar el miedo, en empuje para alcanzar algo: Si tenemos poco capital, el miedo a invertirlo en un negocio puede llevarnos a hacer mejores cálculos, actuar con cautela y poner mejor empeño y esfuerzo en levantar un negocio. En lugar de conseguir que ése miedo (motivador negativo) nos bloquee y nos impida actuar.

 


Vuelvo a usar un par de frases de aquellas que decían nuestros mayores cuando había un escenario poco favorecedor repitiendo: !Un clavo saca a otro clavo! O la no menos famosa: ¡No hay mal, que por bien no venga!... la sabiduría popular nos recuerda que detrás de toda dificultad, se esconde una victoria.

 

Saquemos entonces de nuestras opciones aquellas Motivaciones Inversas sustituyéndolas con Motivaciones Positivas. Enfocándonos en la solución y no en el problema. Actuemos con el corazón y la razón, sin buscar la aprobación ajena.

 


Es primeramente a ti a quien debe importar los resultados*, así que incluso, aunque nadie te entienda, no te esfuerces mucho en explicar lo que sientes ni el por qué de lo que haces.

 

Sigue tu corazón, de manera razonable. Crea un plan, define un objetivo, ponle una fecha, identifica tus debilidades, determina los recursos disponibles y los que necesitarás. Muy importante: documéntate y fórmate adecuadamente en el tema; y sé realista.

 

Siempre existirán dos posibilidades:

1- Lo lograrás.

2- No lo lograrás.

 

Prepárate para ambas. Si no lo logras al primer intento de una manera o condición, revisa lo aprendido, corrige, evalúa y considera lo que ocurriría si cambias algunas variables. Lo cierto es que ahora tendrás una herramienta que no se puede comprar ni perder, la experiencia. Ya en este punto decidirás si lo vuelves a intentar o te quedas con lo vivido y la satisfacción de haberlo intentado. ¡Nada se pierde con intentarlo!

 




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