Para lo que no estamos diseñados
Cómo seres humanos, tenemos muchas cualidades, habilidades, sentimientos de todo tipo, e incluso dudas. A veces nos preguntamos por lo intangible, cómo los sentimientos, nos preguntamos ¿quién nos diseñó para ser así y sentir como sentimos?
Existe
un gran misterio (y un gran tabú) del que a nadie le gusta pensar, hablar, ni
afrontar: considerar el escenario cuando ya no estemos en este mundo terrenal,
cuando alguien se aleja de nuestro lado, o cuando parta un ser querido. ¿Por
qué será? si es algo tan natural como el transcurrir de la vida ¿acaso evitaremos
este tema por siempre?
Seguramente
sea porque, sólo imaginarlo, ¡duele tanto! A eso me refiero cuando digo que no
estamos diseñados para perder. Quizás sea eso.
Desde
muy pequeños nos preparan para un sin fin de cosas, además de las que vamos
aprendiendo en el camino ya un poco por nuestra cuenta; luego entran en
escenario las religiones y las creencias, nos formamos ideas y conceptos acerca
de este tema, de las pérdidas y lo que puede ocurrir después de ellas. Pero
detengámonos un poco a pensar... -y no hablo de pensar en esto de morir, que
deberíamos considerar normal - me refiero a pensar en esa sensación de ganar y perder.
¿Qué
será esto tan doloroso que acompaña una pérdida?
¿Por
qué no nos preparan para las perdidas?
¿Por
qué vivimos en esa negación?
Con
todo y lo complicado que pueda ser, afrontar el tema no te aleja de ser
positivo ni te resta actitud. Por el contrario, sí considero que evitaríamos
problemas a nuestros más cercanos, aquellos que aquí se quedan continuando su
experiencia. Por ello, hablemos entre nosotros, con nuestros seres queridos,
retomemos el tema y aprendamos a manejarlo con
la naturalidad que correspondería, teniendo siempre en cuenta que es
algo que puede pasar, de hecho, tarde o temprano pasará.
Alguna
vez leí: Se vive muchas veces... ¡pero
se muere una sola vez!
Soy del pensar que si tienes muy en cuenta que esto va a pasar, entonces otorgarás mayor valor a la vida, y a tus días, aprovechando tu tiempo en este mundo de mejor manera y tratando de dejar huellas útiles para quienes te acompañan en este viaje.
Abracemos
los recuerdos y las enseñanzas de los que ya no nos acompañan y hagamos de cada
día, un recuerdo para añorar.
Porque
para todo lo demás, sí estamos diseñados
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