¡Desde tu punto de vista!

 

Comenzaré este post contando una breve anécdota que viví en enero de 1987, sí, hace ya algún tiempo.

 


Apenas unos días antes de mi historia, había salido del hospital en el que estuve recuperándome tras el accidente de tránsito en el que perdí mi brazo derecho, y al que seguí asistiendo periódicamente durante algún tiempo, para evaluar cómo iba mi evolución.

 

De regreso de una de esas consultas, camino a casa, el carro de mi mamá sin saber razón se apaga; adentro íbamos, mi mamá, mi tía y yo. El carro quedó completamente atravesado en la vía creando una condición de riesgo, así que lo prudente era empujarlo, bien sea para que prendiera o para orillarlo a la derecha. Así que mi madre y mi tía se dispusieron a hacerlo.

 

Aunque quisiera, yo no podía ayudar porque aún me encontraba muy débil y apenas estaba empezando a comprender ese nuevo cuerpo al que le faltaba su brazo derecho. Estaba re-aprendiendo a hacer todo.

 

El venezolano siempre ha sido, amable y solidario. De algún lugar salieron dos o tres hombres dispuestos a ayudar a aquellas mujeres. Y en ello andaban cuando se percataron de que adentro del auto estaba yo. Fue entonces cuando uno de ellos dijo: - ¡Ah no, vale... así no!... ¡pero si aquí hay un tipo y no ayuda! - y dicho esto, se marcharon dejándonos con la situación sin resolver.

 

Claramente, desde su punto de vista yo era un flojo que no tenía intenciones de ayudar. Desde "su" punto de vista.

 


Esto es algo que pasa muy seguido, tendemos a ser muy rápidos juzgando y sacando conclusiones, y no nos tomamos el tiempo suficiente para analizar el por qué de las cosas. Por eso dicen: la verdad tiene dos caras, o más.

 

1.- ¿Quién nos otorgó el derecho de juzgar a los demás?

2.- ¿Por qué decidimos hacerlo con tanta facilidad?

3.- ¿Por qué lo hacemos desde nuestro punto de vista y no teniendo como base la razón?

 

Fijémonos que, en los juicios, para juzgar con mayor precisión, un grupo de personas (jurado) conformado de manera aleatoria por hombres y mujeres (escabinos) de la comunidad, todos con diferentes posiciones y puntos de vista, son convocados para escuchar, analizar, discutir y considerar los hechos y evidencias; acusaciones y defensas de un suceso. Todo en busca de la verdad, determinando de esa manera la inocencia o culpabilidad de la persona o hecho juzgado.  

 


¿Cuántas veces nos hemos equivocado? Sea para bien o para mal, a favor de unos, o en contra de otros ¿Muchas veces verdad? Entonces deberíamos considerar que si nos corresponde juzgar a alguien o incluso alguna situación, habría que detenerse un instante para entender el por qué de las cosas, desde el punto de vista de las personas y sus contextos y no desde nuestro punto de vista.

 

Aún sin querer hacerlo, podemos hacer daño a alguien o quizás, por qué no, un bien que tal vez no merezca. Esto es algo que aplica, no solamente para los seres humanos, puede ser considerado para situaciones en nuestra vida cotidiana.

 


Seguramente todo esto tiene mucho que ver con el concepto e imagen que pudiéramos tener de nosotros mismos, con nuestras situaciones, con nuestras emociones, haciendo que en muchos casos terminemos juzgando desde nuestra experiencia personal, un hecho similar que experimentamos en el pasado y por el cual nos creemos con la suficiente autoridad para emitir una opinión o sentencia. Sin antes recordar esta frase que suelo repetir en mis blogs: ¡Cada historia es única e irrepetible!

 

No es necesario que las personas tengan que exponer su vida privada para que los entiendan y aprueben y no los juzguen o desaprueben. Y siendo sinceros, nos hemos acostumbrado a convertir las redes sociales un poco en eso.

 


Por todo ello, recordemos que uno de los principios para una sana convivencia, es el respeto por la privacidad. Seamos pues más respetuosos y empáticos los unos con los otros. 

 

!Todos estamos librando una batalla de la que mas nadie conoce!





 

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