¡Hoy fue un Gran Día!

Sí... esta frase suena a que lo logramos, que conseguimos lo que buscamos... ¡o más que eso!

Pero ¿qué hay si no fue así?... entonces fue ¿un mal día? Yo no lo creo, si te detienes a pensar un poco en eso que llamamos, los tiempos y los procesos.

Hoy día, todos lo decimos, parece que el tiempo pasará más rápido, los meses parecen semanas y las semanas días. Vivimos siempre planeando para mañana (que no  es que esté mal planear), pero debemos tener presente que todo cuenta.

Por pequeño que parezca, o insignificante que luzca lo que ocurre ahora, ¡déjame decirte que no es así! que todo suma y que somos la suma de un todo. 

Permíteme citarte un ejemplo, si presentas un examen y no lo apruebas no significa que no lo lograste; estoy seguro que nunca se te olvidarán esas respuestas en las que fallaste, por tanto, te has asegurado un mayor conocimiento para la próxima. 

Un negocio que no alcanza las metas de venta, habrá conseguido pistas de aquello que no funciona, y no lo repetirá y buscará opciones, apuntando a lo opuesto quizás, obligando al análisis y el reinvento.

No te sientas mal si aún no lo logras. Siempre que te conserves en la búsqueda, estás en pleno aprendizaje, estás creciendo, aunque no lo veas.

Los grandes días no siempre son ese "Día de Éxito", los grandes días son aquellos en que damos el todo, que lo intentamos con insistencia, es ese día que nos acostamos cansados y puede que hasta frustrados, pero que aun siendo así, volvemos a levantarnos, con o sin ganas, pero sin rendirnos, ahora con más experiencia y sabiduría.

Que HOY no haya sido ese gran día que esperabas, No significa que haya sido un mal día.

Yo, que como tú soy una persona en constante superación, trato de cambiar mi respuesta para cuando me preguntan ¿Cómo te fue hoy?

Si lo programado me salió excelente, mi respuesta sería “muy bien“, pero si por el contrario, nada salió como lo esperábamos, deberíamos cambiar la respuesta por algo positivo, cualquiera que sea, pero tratemos de evitar decir aquellos: "pésimo", "mal", "fatal" que con tanta frecuencia escuchamos decir a amigos, familiares, parejas al finalizar una jornada; esto es toda una sentencia al fracaso, lo creas o no, le estás poniendo límites a tu capacidad.

Ahora creo recordar aquella frase que dice que "Roma no se construyó en un día".

Hace unos años me encontraba viendo la premiación tras la final de una Copa de Fútbol (Soccer) y veo que el equipo de jugadores que quedó segundo lugar, una vez recibida la Medalla de Plata, con la cara agachada y apenas bajando del podio, para sorpresa de muchos, ¡se la quitaron! 

Pienso que esa NO es la actitud, que termines en segundo, tercero o incluso un inferior puesto, no te hace menos que aquel que llego de primero. Es un hecho que, en algunos casos, los resultados finales pueden no ser certeros; a veces se puede ser mejor, tener el mejor desempeño y aún así perder. Así es el deporte y hasta en eventos de la propia vida. Además, una medalla puede ser referencia, pero no te define.

Si te superas a ti mismo (tu mejor contrincante), si mejoras cuando te entrenas, si eres mejor de lo que eras el año pasado, entonces eres y serás un ganador y siempre tendrás "un Gran Día". 

Aquel donde hemos dado "Lo mejor de Nosotros".