Aprendiendo a Escuchar
“Quien no oye consejo, no llega a viejo” – Dicho popular.
Desde nuestra llegada al mundo, todo el proceso de aprendizaje comienza por dos cosas: escuchar y copiar acciones (imitar).
Pero resulta curioso que, a
lo largo del camino, mientras vamos avanzando, poco a poco nos vamos cerrando a
eso de escuchar, poner atención a lo que nos dicen; bien sea por desconfianza,
orgullo, o simplemente pensando que aquello que nos dicen, no nos hace falta.
Si bien es cierto que
subestimarse es malo, sobreestimarse es algo aún peor, ya que, en ese momento,
pensamos que podemos con todo y con todos apartándonos de la sencillez y
humildad, una conducta que suele cegar nuestra razón.
Muchas veces, los atletas y
muy especialmente las grandes figuras, digamos, las famosas (donde no me
incluyo) son vistas como alguien superdotado, física y mentalmente, que sobresale
del resto de los mortales... y que se bastan para romper récords y salir triunfador
sea contra quién sea. Pero nadie se engañe, la realidad es que detrás de ellos,
existe toda una maquinaria, una estructura que lo supervisa, lo administra,
registra su estadística y comportamiento... haciendo las recomendaciones y
correcciones necesarias para que los resultados sean del nivel esperado. Es un
trabajo de equipo.
A todos se nos hace difícil lograr
vernos en perspectiva (cada quien en su propio contexto) de allí la importancia
de un buen coach, un referente. Un entrenador que te vea en el área de acción,
viendo tus avances y tus debilidades para corregirlas sobre la marcha o en
próximas contiendas.
Trasladándonos fuera del
área deportiva, ocurre de modo similar en otras relaciones y vínculos de
nuestra vida: en el empleo, con un buen supervisor o jefe; en una sana relación
de pareja, donde el otro logra ver a su pareja desde otra perspectiva y pueden
retroalimentarse el uno del otro, para avanzar en proyectos comunes.
Si atraviesas un problema de
salud, no te conformes preguntando a otra persona que como tú estuvo enferma y
se curó, porque seguramente te dará consejos, pero no es médico. A eso me
refiero. El medicamento puede tener un resultado diferente en ti que en esa
persona, eso sólo lo sabe un profesional.
Escuchar la palabra, el conocimiento
y la experiencia de otro ser humano te hará entender y ver cosas que por ti
mismo no podrías. Busca con calma, sé cauteloso, no tiene ni debe ser cualquier
persona. Pero recuerda, ni tú, ni yo lo sabemos todo. Leer, documentarse, es
otra forma de escuchar, aunque visualmente. Debes dejarte ayudar, escucha, no
hacerlo sería como manejar con los ojos cerrados (sin duda chocarías).
Alguna vez leí que el peor
abogado es el que se defiende así mismo un buen abogado seguramente contrataría
a otro mejor para que lo represente. Así como un médico no puede operarse así
mismo. Eso nos lleva a pensar, en la importancia de cuidar nuestras relaciones,
las familiares, laborales, amistosas. Porque en esta interacción social que es
la vida, de una u otra manera estamos todos interactuando e influyendo en el
comportamiento y decisiones de quienes nos rodean. Especialmente nuestros hijos
y jóvenes en formación.
Aprendamos (nuevamente) la
instintiva costumbre de escuchar.
Muy bueno, lo importante es aplicarlo primero para uno mismo, creo que ahí nace parte importante del respeto que debemos tener como seres humanos y así poder respetar a los demás .. te mando un abrazo yamito
ResponderBorrarAsí es mi querida amiga
BorrarImagínate más en tu profesión como ayudar a alguien si no lo escuchas cómo resolver un conflicto sin escuchar a las partes
BorrarExcelente!! Escuchar, respetar, amar desde el corazón, todo es "dar para recibir" abrazo fuerte para ti, colega!!! Saludos desde Madrid....
ResponderBorrarGracias igualmente saludos
BorrarHoy he tenido la oportunidad de leer tu blog y de verdad vale la pena leerlo y aplicarlo.. yo siempre te admirado estoy orgulloso de ti ,eres un guerrero desde muy joven y hoy por hoy nos transmites luz, vida, y mucho más...mis respetos y admiración ...yulina paez
ResponderBorrarCariño, gracias por tus palabras, me alegra que te llegó el mensaje.
BorrarIgualmente se te respeta y aprecia mucho.